Hace unos días El País publicó un curioso artículo sobre los autores que habían alcanzado el éxito con una sola obra. Entre los ejemplos seleccionados, se encuentra nuestro apreciado JRR Tolkien. Aclara el autor del artículo que lo de “libro único” no debe ser tomado con completa literalidad, sino con la visión más amplia que confiere el encontrarse ante un autor con pocas obras, o que teniendo alguna más no puedan considerarse estrictamente hablando novelas largas, o poemario largos (porque ahí ha metido a Walt Withman), y que el autor haya quedado ligado al éxito de su obra “hit” más allá de sus otras obras o de sus otras actividades. En este sentido, sí resulta posible incluir a Tolkien en la lista (no exhaustiva) del artículo.
La corriente más crítica de la Spanish Tolkien Society ha puesto en duda, incluso, que Tolkien sea realmente un escritor, ya que no vivía de eso y que el éxito de sus obras publicadas (quedémonos en las tres conocidas El Hobbit, El Señor de los Anillos, y El Silmarillion) fue poco menos que incidental. Se suele añadir que, además, la atención desmedida a estas obras, de gusto muy personal, ha provocado el olvido de su tarea filológica, también de cierto peso. De todas formas, autor sí que lo fue.
El reto taxonómico de considerar a un escritor escritor, o no, en virtud de elementos ajenos realmente a la obra supone una decisión complicada. Un autor prolijo que no llega a publicar, ¿sería un escritor? ¿Lo serían aquellos autores que han sido fructíferos pero que han tenido que dedicarse a otras tareas para poder comer, como todos aquellos seguidores de Lovecraft de los que sólo Bradbury logró escapar de su maldición?
En realidad, parece que el público lector y el “vademécum” de literatura es menos crítico que nuestros críticos y permite a un autor ser considerado escritor siempre que cumpla la condición de haber escrito, aunque fuera a tiempo parcial, o sin vender, o sólo de una obra con impacto. Aceptables paradojas en el arte literario.
Aquí el enlace, para quien quiera ver el juicio del artículo:
http://cultura.elpais.com/cultura/2015/02/14/actualidad/1423911652_297549.html
Un saludo.
Nos vemos en Númenor